Ya conocemos a los nuevos propietarios del 1ºE. El piso maldito. Jóvenes, con un niño y esperando el segundo. ¿No resultaremos demasiado cariñosos cuando nos encuentran por la escalera? Seguro que lo han notado. Nos dan pena. Desde que el edificio fue construido hace 35 años, el 1ºE solo ha traído desgracias a sus propietarios. El primer caso no fue muy grave... El piso aún no había sido habitado; ella se acercó a colocar unas cortinas, y le encontró a él en la cama, acompañado -con otra, ¡vamos!-, un mes antes de la boda. El segundo propietario ahogó en la bañera a sus dos hijos y luego se ahorcó. Los siguientes, toda una familia -Federico, Marta y los niños Gema y Adrián- murió en un accidente de tráfico hace unos diez años. Después llegaron dos jubilados: un padre y su vieja novia, la propietaria del piso. Ella, Aurorita, a menudo recordaba sus éxitos en El Molino de Barcelona. Pronto invadieron la casa los dos hijos de él, unos camellos que pegaban al padre y a Aurorita un día sí y otro también, y que murieron sin llegar a los 40, no sin antes matar a Aurorita a base de disgustos. Al padre lo echó del piso la hija de Aurorita cuando esta murió, y no se supo más de él. Los últimos propietarios, nada simpáticos, perdieron la casa hace un año al no poder afrontar la hipoteca y viven aún de la caridad.
Una vez más solo podemos ser cariñosos con ellos.
Acomodémonos en el lugar apropiado y disfrutemos de la belleza que a veces nace del ser humano: En cada una de las fotos, ordenados sentimentalmente, fragmentos de las obras -palabras de autores- que llegaron a mi vida para quedarse. Quisiera compartir las palabras que me han acompañado, descubierto, llevado al éxtasis... En el mundo real, mientras, el tiempo transcurría y sucedían otras cosas. Sin todas estas palabras yo no sería yo. http://www.facebook.com/#!/PalabrasQuePueblanMiVida
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