miércoles, 15 de diciembre de 2010

Lo que sé de mi vecino 35

Creo que lo he perdido. Ya qué sentido tiene... Ya puede montar las fiestas donde se le antoje, sin tener que ocultarse. No tardará en ponerse el cartel de "Se vende", y luego a esperar que venga algún vecino que me alegre la vida sin fastidiármela. Porque ya no puede esperarse una amistad cuando aparece un nuevo vecino; ya no es como antes. Y este era fastidioso solo para los del nicho de abajo, que oían con eco y temblores cualquiera de los golpes nocturnos. Yo vivo en el último piso, un quinto, y solo temo al calor de cada verano y a las goteras.

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